Se trata de una serie de consideraciones y observaciones que muchas veces pasan por alto y que son muy importantes.

El artículo en si es una traducción y adaptación de un artículo que podéis leer en Squirming. El título original es “Making a Success of your first National Championships? How to win one the first time around” y está escrito por un entrenador australiano llamado Wayne Goldsmith quien ha publicado más de 200 artículos sobre natación y ha obtenido diferentes premios por ellos.

Muchos tienen prisa pero realmente la sabiduría popular advierte que “para ganar uno, primero tienes que perder otro”. Esencialmente la frase está sugiriendo que todos nos equivocamos la primera vez y que es necesario aprender de los errores, para luego volver y hacerlo mucho mejor.

Prepararse mentalmente.

Muchos nadadores ven incrementada la presión, la emoción de él y de su entorno y es necesario saber gestionar correctamente la situación.

Lo cierto es que un campeonato importante no deja de ser otro campeonato, rodeado de más público, fanfarria, expectación, etc. Pero básicamente es una competición más.

– La piscina es igual de larga
– El agua está mojada y está constituida de oxígeno e hidrógeno.
– Deberás realizar lo que tú ya sabes hacer. No es necesario hacer piruetas. Solo debes nadar.
– La tarea es competir desarrollando las mejores capacidades que has aprendido: física, mental, técnica y táctica.
– Concéntrate en este último apartado, aunque hayan más nadadores, banderas, personas, música, etc. Debes concentrarte en aplicar todo lo que has aprendido y mejorado.

  1. Prepararse técnicamente.

En muchas ocasiones una medalla se gana o se pierde por fracciones muy pequeñas, en ocasiones de milímetros. Los nadadores que ganan medallas importantes se han preparado hasta las más pequeños detalles para realizar técnicamente bien cualquier aspecto de la prueba. Una salida, un viraje o una llegada también forma parte del entrenamiento.

La técnica siempre es difícil de aprender y corregir, pero debes tener claro que es necesario entrenar y corregir hasta que forme parte de tu hábito de nadar. No hay excusas, si quieres llegar alto debes corregir todos tus defectos.

  1. Prepararse tácticamente.

Antes de nadar debes tener claro como lo vas a hacer, que tiempos de pase debes realizar, que objetivo tienes en la prueba, que ritmo de brazada vas a desarrollar, como vas a realizar la llegada, etc.

  1. Prepararse para cualquier situación.

Un campeonato importante debe prepararse meticulosamente. Nada debe impedir que meses de preparación lo estropee. Cualquier detalle es mejor estudiarlo antes.

Cosas tan insignificantes como las siguientes deben tenerse claras:

– Que debo hacer si la piscina está demasiado llena en el calentamiento.

– Qué pasa si antes de competir se rompen las gafas
– Que ocurre si me dejo mi bañador favorito en casa. Plantéate tantas preguntas como se te ocurran, compártelo con tus compañeros y entrenadores.

 

Practica estrategias en competiciones menores antes del campeonato importante.

– Practica los estiramientos.
– Practica el calentamiento.
– Practica nuevas salidas que hayas entrenado anteriormente.
– Practica estrategias con diferentes ritmos en competición.

Debes tener diferentes estrategias para calentar.

Debes conocer el valor real del calentamiento y saber realizarlo con diferentes intensidades y formas.
En el momento de la competición es posible que no puedas calentar correctamente. Aprende a calentar en seco.

Antes de la competición reconoce la piscina del campeonato.

Es importante conocer el entorno donde se desarrollar el campeonato para familiarizarte. Debes conocer el lugar donde te sentarás durante el campeonato, la situación de los lavabos, dónde se situará la cámara de salidas, la temperatura del agua de la piscina, los poyetes de salida, etc.

Cualquier eventualidad respecto de lo que tú esperas es mejor conocerlo a tiempo y pensar sobre ello.

Controla lo controlable.

La responsabilidad última del resultado es del nadador y hay aspectos que solo puede controlar él, como la comida, la hidratación o el sueño.
En pocas de muchas competiciones o de competiciones largas este aspecto es crucial. El mejor nadador es el que está más preparado y el que mejor se recupera.

Aprende y disfruta de la experiencia.

Debes abordar la competición con confianza, disfrutando de lo que te ofrece y siendo consciente que la abordas con una preparación minuciosa. Nada debe pasar por alto, no puedes dejar al azar ningún detalle.

Conoce todo lo que rodea el evento, tus contrincantes, cualquier dificultad u obstáculo, pero por encima de todo, conócete a ti mismo, es la única manera de mejorar.

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