Hola, vamos a intentar subir un artículo que nos parezca útil e interesante todas las semanas, los martes, comenzamos con este, de Eugenio Miralles, de su página http://www.alaguamasters.com/, espero que os guste:
El “órgano tendinoso de Golgi” o como desgraciarte una prueba de 50 metros sin quererlo
Vamos a ponernos en contexto con algo que os resulte habitual. Imaginaros la cámara de salida de una prueba de 50 metros (¡ojo!, solo para pruebas de 50 metros). Los nadadores esperando a que pronuncien su nombre para pasar a los poyetes, pero de diferentes maneras (unos sentados visualizando la prueba, otros hablando para desestresarse, etc.) siempre hay algunos patrones comunes que se pueden observar los cuales a efectos didácticos de este artículo voy a dividirlos para simplificar en solamente dos:
1) los nadadores que se dedican a estirar al máximo aprovechando esos últimos momentos antes de disputar la prueba y
2) los que se dedican a darse golpes por todo el cuerpo para activarse.
¿Cuál de las dos acciones creéis que es la correcta?
Para una prueba de velocidad la respuesta correcta sería la segunda: darse golpes para activarse. Y ahora vamos con la explicación.
La respuesta fisiológica a esa pregunta es bastante compleja y cualquier profesional de la medicina podría escribir mucho sobre el tema, pero simplificando el lenguaje y los conceptos la respuesta elaborada se centra en el “órgano tendinoso de Golgi”, que es un receptor sensorial situado específicamente en los tendones.
Para una prueba de 50 metros se necesita fuerza velocidad, tenemos que ser capaces de nadar lo más rápido posible, para ello nuestro cuerpo debe reclutar las fibras de contracción rápida. El problema que surge si nos dedicamos a realizar estiramientos en exceso (si los hacemos sencillos y muy cortos no influiría para nada) en los momentos previos a competir (minutos antes) es que el cuerpo produce un acto reflejo, se crea una acción de relajación en el reflejo miotático por lo que se engaña al músculo para evitar su rápida contracción, y se prepara para continuar ese estiramiento. La consecuencia directa en altas velocidades, es que la contracción muscular es más lenta, y se pierde coordinación por la relajación de las la fibras de contracción rápida y la focalización en su caso en las de contracción medio y lenta. De esta manera el cuerpo se prepara para así poder estirar un poco más cada vez, como preparándose para que en el siguiente estiramiento puedas tener mayor amplitud en el movimiento y no te hagas daño ni te lesiones (es un mecanismo de defensa sobre tensiones, lo habrás notado cuando en frío te pones a estirar, poco a poco vas pudiendo estirar más conforme vas repitiendo el movimiento hasta un cierto límite por ese mecanismo fisiológico que produce el órgano “tendinoso de Golgi”). Ello lleva a que nada más empezar la prueba tu cuerpo esté un poco desorientado y no reclute con la rapidez que debería esas fibras de contracción rápida tan necesarias para una prueba de 50 metros por falta de coordinación entre el músculo y el sistema nervioso.
Por consiguiente si tenemos que evitar el estiramiento excesivo minutos antes (ojo, hablo de pocos minutos), lo que podemos hacer para mantenernos calientes es darnos pequeños golpes en los músculos con la mano en forma de “cuchara”, lo que además de activarte adecuadamente te hará desestresarte en los momentos previos al comienzo de tu prueba (tómalo como una pequeña rutina al igual que ponerte el gorro y las gafas). Lógicamente estos golpecitos no reclutan fibras musculares pero te servirán de activación y te vendrán muy bien para afrontar la prueba de velocidad.
Quizá ahora puedas entender un poco mejor por qué el campeón olímpico César Cielo se pega esas autopalizas antes de nadar (¡tampoco hace falta llegar a esos extremos!).